Claves para combatir la ansiedad

Los últimos años, han generado a nivel mundial un cambio absoluto. Nuestras vidas se detuvieron, muchas de ellas se perdieron, así como toda una humanidad permaneció durante largo tiempo en un estado de incertidumbre generalizada. A merced de la marea, transitamos los meses, sin saber cómo resultaría la vida después de la pandemia acaecida. 

La misma, generó un impacto absoluto en la esfera de la salud mental, devastando familias y propiciando una subida en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Prueba de ello, fue el estudio internacional realizado por la Universidad de Míchigan, el cual fue, a su misma vez, publicado en la revista The Lancet, trasladó que durante el año 2020, tuvieron lugar un total de 139 millones más de diagnósticos por Trastorno de Ansiedad de lo que venía siendo habitual, tomando como referencia años anteriores. 

En esta línea, la crisis sanitaria sobrevenida, ocasionó una amenaza a nivel universal, padeciendo, en la gran mayoría de ocasiones, un correlato fisiológico traducido a: sudoración, taquicardia, tensión muscular así como a irritabilidad y/o falta de ánimo por la realización de actividades que, en un pasado, sí resultaban placenteras. 

Datos que arroja la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que son las mujeres, en un 7,7%, más proclives a padecer ansiedad, en detrimento de los varones que se encuentran en 3,6% de los casos. 

Entendiendo, por tanto, que la ansiedad y la depresión, resultan ser las dos patologías con mayor impacto en la sociedad y que entorno a un 20% de la población, ha padecido o padecerán, los citados cuadros clínicos, he aquí, una serie de claves que promueven la no cronificación de la citada sintomatología. 

1. Alimentación 

Una dieta equilibrada, rica en vegetales, legumbres y frutas, trabaja a favor de la no perpetuación de la ansiedad. Del mismo modo, el uso de carnes magras y pescado azul, ayudan a mantener nuestro organismo saludable. Asimismo, los cereales integrales y los frutos secos, nos ofrecen ese aporte extra que mejora nuestra salud mental. 

2. Higiene del sueño 

Tener un sueño reparador, se torna básico para la recaptación y almacenamiento de nuestra información. De la mano de la calidad del mismo, trabajamos con mayores índices de consciencia durante la vigilia. A sabiendas de que, uno de cada cinco españoles padece insomnio transitorio, necesitamos establecer criterios de higiene del sueño que nombraremos en artículos venideros, tales como el no uso de pantallas antes de iniciar el sueño, la meditación previa al concilio de éste, junto al mantenimiento de rutinas flexibles a la hora de acostarse y despertarse, entre otros.

3. Socializar 

Socializar es uno de los más potentes agentes promotores de nuestra salud mental. Como seres sociales, el ocio nos aleja de dar vueltas a la cabeza en soledad puesto que, el propio disfrute que genera, activa zonas del cerebro que nos propulsan a la creación de dopamina/serotonina. 

4. Identificación de pensamientos negativos 

Es indispensable trabajar en los pensamientos negativos que, de un modo u otro, irrumpen en nuestra mente. Tomar conciencia sobre los mismos, identificarlos y un trabajo acusado sobre estos, se convierte en un pilar básico que combate el mantenimiento de la ansiedad. Para ello, acudir a terapia y ponerse en contacto con profesionales de la psicología, es un trabajo que se torna necesario llevar a cabo. 

5. Cuidar nuestro diálogo interno 

Hablarnos, como hablamos a nuestro mejor amigo, es una de las tareas pendientes de muchos de nuestros pacientes. Cuando nos juzgamos, herimos nuestro ser, nuestra esencia. Dicho de otro modo, nos creamos una narrativa que terminamos creyéndonosla y que impacta de lleno en nuestra sintomatología ansiógena. 

6. Evitar la cafeína 

Pese a estar muy integrada en nuestra sociedad, no cabe duda que el uso de la misma, genera, en muchas personas, taquicardia, insomnio y falta de concentración. Cuando el uso de la misma, se realiza de forma abusiva, interfiere en nuestra vida, haciendo que obtengamos, de este modo, más papeletas para padecer un trastorno de ansiedad. 

7. Mindfulness 

Está comprobado que la práctica regular de meditación, mejora el bienestar mental, posibilitando dar solución a problemáticas que nos sobrevienen. Además, al mantener un estado de plena consciencia y calma, se obtiene un mayor disfrute y calidad de vida que genera una mayor concentración en el ahora. 

8. Evitar consumo de alcohol y/o otras sustancias 

El consumo de alcohol, así como el de ciertas sustancias, puede causar enfermedades crónicas junto a problemáticas de salud tales como la alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares y un sin fin de daños a nuestro sistema digestivo, que impactan en nuestro bienestar emocional. 

9. Práctica de Ejercicio Físico 

Establecer rutinas de ejercicio físico, mantiene nuestra mente ocupada al tiempo que trabajamos en nuestro cuerpo. Una dosis de actividad física, no aleja del malestar

emocional, obteniendo retribución, tanto física como mental. Dicha práctica nos adentra en un estado de confort y nos distancia de la tensión que durante el día se ha ido fraguando en nuestro interior. 

10. Acudir a terapia 

Como último y, a nuestro juicio, más importante de los pilares, es la recepción de asistencia psicológica. De la mano de asesoramiento, obtenemos herramientas que posibilitan el desempeño consciente del día, del mismo modo que nos ayuda a enfrentar las diversas dificultades que nos encontramos en el devenir de la vida. La elección de un buen profesional, es una tarea que requiere de conocer la cualificación y desempeño profesional del mismo, en aras de encontrar ese ajuste demanda-servicio. 

Como hemos podido trasladar, el padecimiento de ansiedad, es una problemática muy común en un mundo tan cambiante y en tan movimiento como en el que nos encontramos. Por todo ello, instamos a nuestros lectores a seguir trabajando en ellos, conociéndose, respetándose y sobre todo, amándose de la mano del cuidado de su salud mental. Desde Proceso Terapeútico, trabajamos junto a ti y por ti.

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